Último taxi de don Mariano Camacho

En el bar Camacho cada caña es una torre de Pisa. En el Mariano, cada botella desafía la gravedad. Son como los renglones torcidos de los locuelos del Pumarejo. En la esquina del socavón cada loseta espera su poquito de albero, su cascarita de cacahuete o el pellejo de un chochito. Cada cosa a su ritmo y el taxi de D. Mariano a su hora en punto. "Esa cerveza la invito yo, señor fotógrafo".¡Vaya usted con Dios, don Mariano! (DEP).

Entradas populares