Ojo gallego: albariño

Es un ojo. Un ojo gallego. En su cata, lo de "lágrima adecuada" se hace real. Tan real que ¡hala, vuelve a observarlo!. Es un ojo con una única lágrima que más bien parece el lagrimón de un lloroso. Y vuelve a mirarlo, que ahí sigue él mirándote... ¡Anda y dále ya el sorbo!

Entradas populares